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Pese a su apariencia de niña, es una de las aldeanas más respetadas y temidas. Vive en el torreón de la ermita con el consentimiento del SACERDOTE. Allí desarrolla su labor alquímica, desconocida por todos salvo por Mr Lann, el Herrero, quien aprovecha los descubrimientos de Eleuve para forjar sus armas, y Antares, el Agricultor, quien le suministra materiales. Nadie sabe el origen de la alquimista, pues ya estaba en Bélenos cuando todos los demás llegaron. En el pueblo se rumorea que su poder rivaliza con el de Tremal, el Chamán, pero en realidad, la Alquimista no presume de tener ningún poder. Todo lo que consigue, lo consigue recurriendo a la ciencia. Una ciencia un tanto especial, eso sí.
Siempre le acompaña una ibis blanco llamado Tot.